La ira puede causar un daño en los vasos sanguíneos y esto se sabe gracias a un reciente estudio publicado en el Journal of the American Heart Association, el cual revela que ésta puede afectar negativamente la función de dichos vasos sanguíneos.
Tal vez la frase «la ira me corre por las venas» es más literal de lo que alguna vez pensamos.
Ahora bien, ¿qué encontraron los investigadores?
Tras 40 minutos de exposición a la ira, los vasos sanguíneos se cerraron, disminuyendo la circulación periférica.
“Esa sensación de que se cierran los vasos sanguíneos, impidiendo la circulación adecuada, quizás muchas personas la sientan como una quemazón o como algo que no saben explicar y dicen ‘me hierve la sangre’” (Dr. Elemer Huerta)
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